
Entre el mal de altura y momentos de felicidad
El Dr. Michael Willi, presidente de la Organisation Secours Dentaire International, recordará por mucho tiempo su misión humanitaria en Perú. No solo por la precaria salud bucal de sus pacientes, sino sobre todo por las dramáticas horas que pasó con su hija.
La educación en Perú es un bien escaso para quienes no tienen recursos económicos. Sin embargo, el peruano Saulo Gamarra, a pesar de haber nacido en una familia pobre, consiguió llegar a ser odontólogo y trabajó unos años en Cuzco. Después vendió su clínica, pues en los últimos años se había acrecentado su deseo de hacer algo por los más pobres. Así es como se marchó y comenzó a viajar por todo el mundo en misión humanitaria durante ocho años. A continuación, decidió volver a Cuzco para continuar con su trabajo. «Los habitantes pobres y sin recursos de las regiones rurales necesitan tener acceso al tratamiento odontológico. Aunque no puedan pagar nada o casi nada, necesitan una clínica que pueda garantizar tratamientos de alta calidad con unas condiciones higiénicas óptimas.»
Inauguración de la clínica y comienzo de una gran amistad
El proyecto fue tomando forma rápidamente y después de algo más de un año ya ha tenido un gran avance. Gracias al préstamo sin intereses de un patrocinador de Estados Unidos, Saulo Gamarra pudo montar su nueva clínica e inaugurarla en primavera de 2019. Sus modernas instalaciones se alojan en un alto edificio custodiado en el barrio de Huancaro. El equipo consta de una auxiliar dental y dos médicos a tiempo parcial que se ganan la vida con su propia consulta.
La clínica siempre depende de las donaciones. Para ello, Saulo Gamarra apuesta por sus contactos en todo el mundo. Así es como el Dr. Michael Willi, de Suiza, presidente de la Organisation Secours Dentaire International (SDI), se unió a su compañero peruano en Cuzco. Entre ellos surgió una gran amistad que va mucho más allá de la clínica. Su objetivo común es fomentar las medidas profilácticas y mejorar la salud bucal en las zonas rurales de Perú.
En marzo de 2019, el Dr. Michael Willi viajó a Perú con su hija Franziska. Pasaron 10 días visitando Cuzco y a Saulo Gamarra. En la maleta llevaban una donación de material de Ivoclar Vivadent.
El día a día en condiciones difíciles
Saulo Gamarra acompañó al Dr. Michael Willi y a su hija a la alta montaña, donde superaron los 4000 metros de altitud. Uno de los lugares que visitaron durante su viaje fue una escuela en Occopati, donde impartieron a los niños su primer curso sobre profilaxis. Según afirmó el Dr. Willi, los niños ingieren muchos alimentos cariógenos, por lo que la incidencia de la caries es alta. «La demostración de Saulo Gamarra ante padres y niños fue una absoluta maravilla», recuerda el presidente de la SDI. En esa población nunca había estado ningún dentista y prácticamente todos los niños tenían caries.
El mal de altura atacó sin piedad
A casi 4300 metros sobre el nivel del mar, pocos días después visitaron el centro de salud de Marampaqui y en seguida se dieron cuenta de que el número de odontólogos que querrían trabajar en un lugar tan apartado y, sobre todo, con una altitud tan extrema, es definitivamente muy reducido. Los habitantes se mostraron muy agradecidos por los tratamientos gratuitos, sobre todo teniendo en cuenta la gran demanda que había.
Poco después de esta visita, Franziska empezó a quejarse de dolor de cabeza y poco después empezó a sentirse peor. El odontólogo del lugar enseguida le diagnosticó mal de altura y le pidió que se tumbara de inmediato. A los pocos minutos, dejó de sentir la cara y las manos, apenas respondía, se le puso la cara muy roja y parecía muy confusa. De repente, todos los lugareños empezaron a ponerse nerviosos e hicieron todo lo posible por llevar a Franziska lo antes posible a una menor altitud. Si no hubiera descendido de inmediato, es probable que hubiera sufrido un edema cerebral.
El Dr. Willi bajó a su hija temblorosa por una empinada escalera de caracol, al final de la cual les esperaba un vehículo. Rápidamente avanzaron por caminos embarrados, empinados puertos de montaña y caminos tortuosos. El viaje duró tres horas, durante las cuales no dejaron de desear que Franziska no se desmayara hasta que su situación se estabilizara. Al cabo de unos días, se recuperó de esta horrible experiencia.
«Queremos dar de nuevo las gracias a Ivoclar Vivadent por su generosa donación de material», declara el Dr. Michael Willi, presidente de la Organisation Secours Dentaire International.
Una buena planificación para el futuro
A lo largo de las próximas semanas y meses, Saulo Gamarra deberá ocuparse, además de sus múltiples pacientes, de mejorar la eficiencia de la clínica antes de admitir becarios y pensar en crecer. El Dr. Michael Willi y su organización humanitaria suiza Secours Dentaire International también asesoran a Saulo Gamarra en estas cuestiones para poder sacar el máximo partido a la clínica en el futuro. Todas las partes lo tienen claro: ofrecer ayuda en las regiones más pobres y conseguir mejoras es una de las cosas más bellas que se pueden hacer en la vida.
Derechos de imagen: Dr. Michael Willi | www.secoursdentaire.ch