
Inversión en satisfacción
El maestro técnico dental Manuel Gassner es técnico dental vocacional. Dirige Zahnmanufaktur, en la estación de Ötztal, en Austria, junto al maestro técnico dental Gerald Föger. Le fascinan las opciones que ofrece la combinación del trabajo analógico (manual) y digital. Zahnmanufaktur cuenta con el último equipamiento técnico. Es uno de los primeros laboratorios de Austria en los que se instaló un PrograMill PM7 (Ivoclar Vivadent). El maestro técnico dental Manuel Gassner nos cuenta en esta entrevista cuál ha sido su experiencia con la digitalización de su sector en general y con esta máquina en concreto.
Señor Gassner, ¿podría presentarse y presentar su laboratorio brevemente?
Manuel Gassner: Gerald Föger y yo fundamos Zahnmanufaktur en el Tirol el año 2015. En la actualidad contamos con siete empleados y estamos buscando ampliar la plantilla. El trabajo del técnico dental ha evolucionado muchísimo en los últimos años. No solo requiere talento organizativo, responsabilidad y fiabilidad, sino además sensibilidad, precisión y un buen ojo para formas y colores. Un técnico dental actual también debe manejarse bien y sentirse cómodo con la tecnología digital.
¿Todos sus empleados se sienten a gusto con el crecimiento de la digitalización?
Manuel Gassner: Tratamos de formar nuestro equipo según las preferencias y las habilidades específicas. Sí alguien quiere cambiar a procesos asistidos por ordenador y trabaja bien con la planificación digital y los dispositivos, lo llevamos ahí. Por el contrario, hay empleados que prefieren el trabajo analógico y a los que, por ejemplo, les encanta trabajar con cerámica inyectada. Para nosotros es importante mantener y desarrollar el conocimiento técnico analógico en paralelo a la tecnología digital. Y precisamente eso es lo que más valoran nuestros clientes: que dominamos ambos mundos.
¿Por qué flujo digital apuesta Zahnmanufaktur?
Manuel Gassner: En nuestro caso, el flujo digital suele empezar con el escaneado de los modelos, queda muy elaborado y muy preciso. El escáner del laboratorio y el software de planificación son de 3Shape. El software CAM para fresar, así como los algoritmos para el anidado, son de Ivoclar Vivadent. Así no tenemos que estar pensando en qué estrategia de fresado aplicar, puesto que en el sistema ya están indicadas las estrategias adecuadas para los materiales de Ivoclar Vivadent y se pueden introducir otras nuevas. El fabricante se ocupa de facilitar actualizaciones para que siempre estemos a la última. Desde el software CAM se envían fácilmente los proyectos a PrograMill PM7 para poder empezar.
La digitalización de los procesos de laboratorio conlleva una alta inversión...
Manuel Gassner: Para estar a la última para los pacientes, es necesario realizar una inversión constante. Obviamente, eso tiene un coste. Con una máquina como PrograMill PM7, no solo conseguimos una excelente calidad, sino además mucha flexibilidad. La máquina tiene un funcionamiento más silencioso, lo cual supone un aumento notable de la satisfacción de los empleados, y eso no tiene precio.
No solo ha adquirido la máquina, sino también algunos accesorios. ¿Realmente es necesario todo?
Manuel Gassner: En mi opinión, PM7 es un sistema, no solo una fresadora. Por eso hemos comprado el sistema completo, ya que todos sus componentes están armonizados. El armario inferior no es solo un armario de acero, sino que además es adecuado para aspiración, almacén de materiales y sistema de filtros. Además del espacio de trabajo integral y la suave depresión durante el fresado, el polvo generado se aspira con una gran eficacia y el sistema siempre está limpio. Es una cuestión de salud. ¿Quién va a querer estar respirando polvo de circonio todo el día? Escatimar gastos en este aspecto no es una buena opción.
Hay muchísimas fresadoras en el mercado. ¿Por qué se ha decidido por PrograMill PM7 de Ivoclar Vivadent?
Manuel Gassner: Para nosotros había dos criterios especialmente importantes: por una parte, la calidad de los productos de fresado, por otra, la calidad del servicio. Para tener una visión global del rendimiento de diversas máquinas, hemos asignado trabajos de prueba a diversos proveedores para comparar los resultados. Hemos comprado PM7 a través de unos almacenes (en este caso, Henry Schein) que cuentan con una línea de atención fácil de usar y tiempos de respuesta breves (hasta ahora) a las consultas técnicas directamente del fabricante. En caso de tener pequeños problemas, nos comunicamos a través de TeamViewer, que permite el acceso remoto a nuestro sistema. Cuando se trata de problemas más complicados, viene alguien. Puesto que una máquina de estas características tiene que estar disponible casi las 24 horas, para nosotros era importante que el fabricante ofreciera su propio servicio de asistencia en Austria.
Entonces ¿también hay problemas?
Manuel Gassner: Muy pocos. Casi todos tenían que ver con nuestra falta de experiencia al principio. También llegó alguna que otra actualización de software para PM7 para ampliar el espectro de indicaciones y mejorar los procesos. Así es Ivoclar Vivadent. Ahora va todo sobre ruedas. Y un consejo más, porque siempre se habla de los problemas con el circonioo: no todos los circonios son iguales. Por eso confiamos en el material que viene directo del fabricante. Cuando el circonio se procesa y se sinteriza bien (con un horno de sinterización precisamente calibrado, esto es muy importante), el proceso garantiza seguridad.
A los odontólogos probablemente no les importe con qué máquina trabaja...
Manuel Gassner: Al contrario. Esta compra ha tenido un efecto muy positivo entre nuestros clientes, e incluso hemos conseguido otros dos clientes nuevos: «¡Vaya, tenéis una de las últimas fresadoras!». Les importa que podamos realizar el flujo de trabajo completo, que sea un todo en uno, por así decirlo. Y también saben que, en caso de avería, tener la máquina in situ permite reducir los tiempos.
¿Hasta qué punto es importante adquirir CAD/CAM para el laboratorio dental?
CAD/CAM no es el futuro, sino el presente.
¡Muy buena conclusión! ¡Muchas gracias por esta charla tan interesante, señor Gassner!